Me desagradan las personas que gritan
mucho.
Una estrella que corre y se detiene va
marcando en el cielo su camino.
Hay muchas tiendas donde comprar, pero
no hay dinero.
Siempre imaginé que el Paraíso sería
una biblioteca que no cerrara nunca.
Abandona los malos hábitos o no harás
bien tu trabajo.
Juan compró la madera, Luisa aportó
el plástico e hicieron una maqueta.
En seguida comprendí que no recordaba
dónde lo había guardado.
Volver al parque por la calle empinada
era una temeridad.
Jaime, cuyo rostro se había
oscurecido, se arrebujó en el asiento.
El tema desarrollado en las páginas de
este libro podía ser cualquiera.