jueves, 20 de diciembre de 2018

ORACIONES VOLUNTARIAS

Me desagradan las personas que gritan mucho.
Una estrella que corre y se detiene va marcando en el cielo su camino.
Hay muchas tiendas donde comprar, pero no hay dinero.
Siempre imaginé que el Paraíso sería una biblioteca que no cerrara nunca.
Abandona los malos hábitos o no harás bien tu trabajo.
Juan compró la madera, Luisa aportó el plástico e hicieron una maqueta.
En seguida comprendí que no recordaba dónde lo había guardado.
Volver al parque por la calle empinada era una temeridad.
Jaime, cuyo rostro se había oscurecido, se arrebujó en el asiento.
El tema desarrollado en las páginas de este libro podía ser cualquiera.

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