jueves, 31 de marzo de 2016

TEMA 13

APORTACIONES DE LOS ESCRITORES EXTREMEÑOS A LA LITERATURA DEL S. XX


            Definimos “literatura extremeña” a la que han producido los escritores nacidos en Extremadura y que han mantenido una constante relación cultural y afectiva con la tierra de sus mayores, conservando en sus obras las características literarias de la región extremeña. También incluimos a escritores que, procedentes de otros lugares, han vivido aquí un tiempo considerable y han asimilado los rasgos fundamentales de la cultura regional.

            Según Enrique Segura Otaño, autor de diversos libros y artículos, la aportación más importante de Extremadura a las letras españolas fue la llevada a cabo por autores de finales del XIX  que contribuyen a dar a conocer el valor espiritual de Extremadura.

            En cuanto a la literatura extremeña del S. XX se puede hablar de variedad, de diversidad de talantes ante el fenómeno poético.

·         La poesía de los primeros autores, a caballo entre el S. XIX y el S. XX, se sitúa dentro de un casticismo rural del que raramente escapan. José Mª Gabriel y Galán,  Luis Chamizo (El Miajón de los Castúos) y Antonio Reyes Huertas (modernista conocedor del paisaje y alma extremeña) ejemplifican una literatura de exaltación regional.  Ya en el siglo XX, tres autores han sido mencionados con justicia como los padres de la poesía extremeña actual: Luis Álvarez Lencero, Manuel Pacheco (Ausencia de mis manos) y Jesús Delgado Valhondo (La vara del avellano) a  los que siguen, cronológicamente hasta hoy, una pléyade de poetas recogidos en numerosas antologías y galardonados con varios premios como Diego Doncel, Santos Domínguez, Álvaro Valverde, Basilio Sánchez, Javier Rodríguez Marcos, Ada Salas, o Luciano Feria. Rosa María Lencero ha publicado recientemente su libro de poemas Mar de Yerba en el que muestra el mundo que le rodea desde la especial sensibilidad de la autora.

·         En cuanto a la narrativa, de amplio cultivo en el siglo XX, cabe mencionar a Felipe Trigo, cultivador de la novela erótica cuyas novelas más conocidas son Jarrapellejos y El médico rural; y a Pedro de Lorenzo, ensayista, periodista y novelista, de una obra literaria elaborada y preocupado por la expresión. Son asimismo autores de una novelística consolidada José Antonio García Blázquez y José Antonio Gabriel y Galán. Víctor Chamorro es un autor generosamente comprometido con la Extremadura subdesarrollada y dolorida, tal como leemos en Las Hurdes, tierra sin tierra. José Luis Pablo Sánchez, a pesar de haber abandonado siendo niño su tierra extremeña, no es un desarraigado,  sino un hombre profundamente enamorado de sus raíces. Por eso en su obra está presente Extremadura. Su primera novela,  Nostalgia de una pasión recuerda a los paisanos que sufrieron la Guerra Civil y que supieron sobreponerse a sus terribles consecuencias. Dulce Chacón, aunque a los once años dejara Zafra para irse a vivir a Madrid, mantuvo con Extremadura una relación muy estrecha. Cielos de Barro, novela con la que ganó el Premio Azorín de 2000, hace un homenaje a su tierra extremeña para contar una historia de crímenes que suceden durante la barbarie de la Guerra Civil. En su última novela La voz dormida vuelve a tratar el tema y nos sumerge en la vida de unas mujeres encarceladas que se enfrentan con dignidad ante la humillación y la muerte. Luis Landero durante los años 60 junto con su familia se ve obligado a emigrar a Madrid buscando mejores condiciones de vida. Está considerado como uno de los mejores novelistas españoles con obras como Juegos de la edad tardía. Javier Cercas se ha dado a conocer con su novela Soldados de Salamina. Otros autores destacables con Julián Rodríguez, Eugenio Fuentes, Jesús Sánchez Adalid, Gonzalo Hidalgo Bayal, Pilar Galán...

·         Menos impulso conoce el teatro, aunque cuenta con autores como Manuel Martínez Mediero, con una dilatada trayectoria avalada por crítica y público. Entre sus obras destacaremos Las hermanas de Búfalo Bill.
No debemos olvidar la importancia que los festivales de teatro organizados en Extremadura (Festival de Teatro Clásico de Mérida, o Festival de teatro del Siglo de Oro de Cáceres) y su resonancia internacional.


Por último, no podemos dejar de mencionar la labor de dos críticos literarios: José López Prudencio, iniciador de los estudios sistemáticos sobre literatura extremeña en sus ensayos; y Antonio Rodríguez Moñino, bibliógrafo de relevancia mundial, a quien se deben los estudios más documentados y rigurosos sobre nuestra literatura y sobre la literatura española en general.

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